La pequeña de 4 años, ingresada tras ser atendida en una clínica dental de Alzira donde otra menor falleció, ha logrado recuperarse y salir del hospital.
La menor de 4 años que fue ingresada en la UCI pediátrica del Hospital Clínico de València tras acudir a una clínica dental privada en Alzira ha sido dada de alta, según han confirmado fuentes sanitarias. El episodio se produjo tras un tratamiento en la misma clínica donde unos días antes falleció otra niña de 6 años. El centro ha quedado cerrado cautelarmente mientras se investiga lo sucedido.
Dos niñas, un mismo centro
La secuencia de los hechos comenzó cuando la niña de 4 años presentó fiebre, vómitos y somnolencia tras ser atendida en la clínica dental. Fue trasladada al hospital, estabilizada y derivada al Clínico de Valencia, donde fue ingresada en la UCI.
Ese mismo día, otra menor de 6 años que también había sido tratada en el centro privado ingresó en parada cardiorrespiratoria en el hospital local y falleció pese a los intentos de reanimación.
Investigación abierta y clínica cerrada
Ante estos hechos, la autoridad sanitaria de la Comunidad Valenciana ha abierto un expediente informativo y ha suspendido cautelarmente la actividad de la clínica.
Además, la Policía Nacional, a través de su grupo especializado, ha registrado el centro bajo autorización judicial y se investiga la trazabilidad de los fármacos utilizados durante la intervención, así como la posible responsabilidad médica por sedación indebida.
Alta con reservas y atención abierta
La pequeña ha sido liberada de cuidados intensivos y trasladada a planta, con una evolución favorable. Aunque su situación ya no reviste gravedad, tanto los facultativos como las autoridades advierten de que habrá que seguir evaluando su recuperación y reunir información clave como los medicamentos empleados, dosis y procedimiento seguido.
Este caso ha reavivado el debate sobre las condiciones de autorización de sedaciones en clínicas dentales privadas, especialmente cuando se trata de pacientes menores de edad. Las familias y responsables sanitarios reclaman transparencia, una investigación exhaustiva y garantías de seguridad para evitar tragedias similares.
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