‘VI Encuentro Terapias Avanzadas. 6 años de CAR-T en España’ organizado por Gilead Sciences en el marco del Día Mundial del Linfoma y el mes de la Concienciación de los Cánceres de la Sangre
Tras seis años de la llegada de los CAR-T a España, ha quedado patente que la incorporación de estos tratamientos al Sistema Nacional de Salud (SNS) marcó un antes y un después para los pacientes con cánceres hematológicos, pero aún quedan distintas barreras por superar, según se ha expuesto en el ‘VI Encuentro Terapias Avanzadas. 6 años de CAR-T en España’, organizado por Gilead Sciences en el marco del Día Mundial del Linfoma y el mes de la Concienciación de los Cánceres de la Sangre.
Señalaron que, gracias a las actualizaciones del ‘Plan de Abordaje de las Terapias Avanzadas en el Sistema Nacional de Salud’, que este 2025 cumple siete años, estas terapias han podido llegar a más pacientes en el territorio español y dar respuesta a sus necesidades más urgentes.
La jornada ha congregado a algunos de los máximos expertos de España en este ámbito; desde hematólogos y otros especialistas médicos, hasta representantes de los pacientes y de la administración pública, tanto nacional como autonómica, quienes han analizado la situación actual y debatido sobre cómo continuar con el desarrollo de las terapias CAR-T en España.
Entre los desafíos para poner de disposición de los pacientes con linfoma los últimos avances terapéuticos -como las CAR-T- han resaltado la reducción sustancial de los tiempos de espera y mejorar la accesibilidad de los pacientes a las terapias avanzadas, sobre todo en las regiones de Extremadura, Castilla-La Mancha y La Rioja, que aún no disponen de ningún centro autorizado.
Marc Obrador, director senior de Kite España y Portugal, ha destacado que “desde su puesta en marcha, el Plan Nacional de Terapias Avanzadas ha sido clave para consolidar a España como un país de referencia en la aplicación de las terapias CAR-T. Ahora, en un contexto distinto y con estos tratamientos ya disponibles para los pacientes, los desafíos han cambiado, aunque siguen siendo de gran relevancia”.
La evolución del ‘Plan de Terapias Avanzadas’ ha sido explicada por César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del sistema Nacional de Salud y Farmacia, del Ministerio de Sanidad, quien ha puesto en valor las prioridades y modificaciones más significativas. “Este plan consolida un modelo que integra de forma ordenada y sostenible las terapias avanzadas en la práctica clínica habitual, trabajando con las comunidades autónomas para ampliar la capacidad del sistema de manera ordenada y garantizar un acceso seguro y homogéneo en todo el país a todas las terapias avanzadas”.
Estas actualizaciones tienen como objetivo mejorar el acceso; sin embargo, expertos indican que los tiempos de espera siguen suponiendo uno de los principales retos para los pacientes con linfoma que, en muchas ocasiones, no pueden recibir el tratamiento aun habiendo iniciado su proceso.
En palabras de Begoña Barragán, presidenta de AEAL (Asociación Española de Linfoma, Leucemia y Mieloma), “cada día cuenta para un paciente que espera acceder a una terapia que puede marcar la diferencia entre tener o no una opción de futuro. También, nos enfrentamos al reto de garantizar la equidad territorial, de contar con suficientes centros acreditados y de asegurar que los equipos sanitarios dispongan de los recursos necesarios”.
Añadieron que las asociaciones de pacientes juegan un rol crucial en el acompañamiento del paciente. “Trabajamos para acompañarles en todo el proceso, ofreciendo apoyo emocional y práctico. Un ejemplo es el programa A Tu Lado, que proporciona información, asesoramiento personalizado y atención psicooncológica. Además, cubrimos los gastos de desplazamiento y estancia de quienes más lo necesitan cuando deben trasladarse fuera de su ciudad para recibir tratamiento. Ningún paciente debería preocuparse por cómo llegar a su hospital o por el coste de la estancia: la prioridad debe ser siempre la salud”, ha subrayado Barragán.
Además, según la doctora María Victoria Mateos, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), “las terapias CAR-T han cambiado el pronóstico de muchos pacientes con linfoma y otras neoplasias hematológicas, pero para maximizar su impacto es imprescindible reforzar la coordinación entre profesionales sanitarios, administraciones y asociaciones de pacientes. Solo así podremos garantizar que cada paciente reciba el tratamiento que necesita, en el momento preciso”.
EXPERIENCIA CLÍNICA
El encuentro ha contado con dos mesas redondas complementarias que han abordado tanto la experiencia clínica como la estrategia nacional en torno a las terapias CAR-T. En la primera, los expertos han analizado el recorrido completo del paciente, desde el diagnóstico hasta la infusión, poniendo el foco en los criterios de selección clínica, la coordinación entre hospitales, los retos logísticos vinculados al transporte y la fabricación del tratamiento y el acompañamiento integral, que incluye tanto apoyo psicológico como manejo de expectativas. También se debatió acerca del manejo de complicaciones y el seguimiento posterior, así como sobre las desigualdades territoriales que aún condicionan el acceso.
En la segunda mesa, el debate ha girado en torno al nuevo Plan Nacional de Terapias Avanzadas y a cómo evolucionar desde un modelo de excelencia clínica hacia uno de accesibilidad real. El balance de los logros obtenidos, la extensión de estas terapias más allá del CAR-T, la necesidad de criterios homogéneos entre comunidades autónomas y los retos de financiación y sostenibilidad han sido los principales aspectos que se pusieron en común.
Además, se ha destacado el papel de la formación de equipos multidisciplinares, la apuesta por la innovación, y la visión de futuro para que equidad y accesibilidad vayan de la mano en el sistema sanitario español.
- Te recomendamos -