Su trayectoria profesional y su compromiso con la historia local dejaron una huella imborrable en varias generaciones
Alfonso Rovira, figura emblemática del periodismo en la Ribera Alta, ha fallecido a los 94 años dejando tras de sí un legado imborrable. Su vida estuvo marcada por la dedicación a la información local, la divulgación de la historia de Alzira y una intensa vinculación con la radio, medio en el que desarrolló una extensa carrera profesional.
Una trayectoria ligada a la radio
Rovira dio sus primeros pasos en el mundo de la comunicación en el año 1955, comenzando como técnico en Radio Alzira, emisora local de la Cadena SER. A lo largo de más de cuatro décadas se convirtió en uno de los pilares fundamentales del medio, culminando su etapa profesional como director de la emisora. Su evolución dentro de la radio fue paralela al crecimiento del medio en la comarca, y su voz y criterio se convirtieron en un referente para varias generaciones de oyentes.
Durante sus años al frente de la emisora, contribuyó significativamente a acercar la actualidad local a la ciudadanía, ofreciendo una información cercana, rigurosa y comprometida. Más allá de la dirección, su capacidad para captar el pulso social de Alzira lo convirtió en un cronista excepcional de los cambios sociales, políticos y culturales de la localidad.
Incluso tras su jubilación, Rovira no se desligó de la labor informativa. Colaboró con diversos medios de comunicación, entre ellos el periódico LAS PROVINCIAS, continuando así su empeño por mantener vivas la memoria y la historia reciente de Alzira. Esta vocación por preservar la identidad local le llevó a ejercer como cronista oficial del municipio, una figura clave en la conservación del patrimonio inmaterial de la ciudad.
Reconocimiento a una vida dedicada
En el año 2000, el Ayuntamiento de Alzira quiso rendir homenaje a su trayectoria concediéndole la insignia de oro de la ciudad, uno de los máximos reconocimientos institucionales. Este gesto simbolizaba el aprecio generalizado hacia una figura que había logrado unir la labor periodística con el compromiso ciudadano. Para muchos, Rovira no solo informaba, sino que también contribuía a fortalecer la identidad de Alzira a través de sus crónicas y relatos.
Hasta hace pocos años, Alfonso Rovira siguió manteniendo una presencia activa en la vida pública de su ciudad. Era habitual verlo cubriendo actos culturales, sociales y festivos, siempre con una libreta en la mano y una mirada atenta a los detalles que pudieran enriquecer sus relatos. Su presencia constante en los eventos locales fue, durante décadas, sinónimo de que la historia del día a día quedaría recogida para la posteridad.
Solo los problemas de salud que se intensificaron en los últimos tiempos consiguieron apartarle de la vida social activa. No obstante, su huella sigue presente tanto en las hemerotecas como en la memoria colectiva de quienes le conocieron y compartieron momentos con él. Alfonso Rovira representó una forma de entender el periodismo que va más allá de la noticia inmediata: una apuesta por el contexto, la reflexión y la cercanía con el entorno.
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